Según la Organización Mundial de la Salud, “Los coronavirus son una extensa familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en humanos. En los humanos, se sabe que varios coronavirus causan infecciones respiratorias que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS). El coronavirus que se ha descubierto más recientemente causa la enfermedad por coronavirus COVID-19.”[1]
La COVID-19 es una enfermedad infecciosa causada por el coronavirus que se ha descubierto más recientemente en el brote en Wuhan (China) en diciembre de 2019. Como otros coronavirus, el COVID-19 es un virus procedente de otra especie que ha adquirido la capacidad de infectar a las personas. La especie de la que procede aún no se ha identificado.
Una persona puede contraer la COVID-19 por contacto con otra que esté infectada por el virus. La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de pequeñas gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada con el virus tose o exhala. Estas gotas caen sobre los objetos y superficies que rodean a la persona, de modo que otras personas pueden contraer la COVID-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.
Para evitar la propagación se recomienda el lavado y desinfección de los diferentes ambientes de exposición al COVID-19, referido a todo tipo establecimiento y/u obras ya sean de ámbito público o privado.
La limpieza resulta conveniente de forma diaria en hospitales, geriátricos, supermercados, almacenes, centros de trasbordos, plazas y parques, bancos, refugios de colectivos y todo tipo de establecimiento y/o vehículo que posea concurrencia de personas.
El producto utilizado para la desinfección del COVID-19 es el hipoclorito de sodio, un compuesto químico fuertemente oxidante que tiene un alto poder para neutralizar microorganismos, virus y bacterias vegetativas, siendo letal para cada uno de ellos.
Para ayudar a reducir el riesgo de contagio del COVID-19, Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como otras entidades internacionales sugieren el uso de productos desinfectantes domésticos como la lavandina o las toallitas húmedas desinfectantes. Utilizados de acuerdo con las instrucciones de uso de sus etiquetas, pueden eliminar el 99,9% de virus y bacterias.
[1] Fuente: Página Oficial de la Organización Mundial de la Salud.